Un mal presentimiento [Garret]

Jamás había sabido como describirlo, pero usualmente algunos pensamientos sin sentido asaltaban su cabeza, y a veces, sólo a veces, resultaban siendo verdad. Le habían dicho que podía ser un sexto sentido, pero más que nada lo veía como suerte. Eran sólo coincidencias, ¿qué más podían ser? Y por más que se lo repetía esta vez no podía negar que estaba intranquila. Algo iba a pasar, lo sabía, algo malo, los Blood Hunters tenían que prepararse.

Se sentó en uno de los sofás y comenzó a tamborilear los dedos impaciente. No podía estar quieta, tenía que avisar de alguna forma. No quería que hubiera tensión, le agradaba que todos se llevaran bien, pero era hora de hablar. Siempre la protegían, pero sentía que necesitaba sus propias armas. No podía ir por la vida con sólo la verbena que cualquier día le podía fallar. Necesitaba defensa propia, no era una niña.

Se dio vuelta cuando escuchó los silenciosos pasos de Garret. Varias veces había pensado que él podía ser mejor líder, y sin embargo Eve estaba al mando.

-Tengo una… mala corazonada- Dijo suavemente, sin tener la menor idea de cómo iba a sonar.

Conseguir armas en la ciudad no era algo tan sencillo como todos pensaban, sobretodo para un grupo de chicos que ni siquiera tenían cumplida la mayoría de edad pero se había hecho de un par de contactos en los bajos mundos y en realidad las cosas no le resutaban tan complicadas, eso siempre aceleraba el proceso. Que ya había demostrado como un millón de veces que él podía hacer cosas mil veces más productivas y útiles que el retrasado de Nate y le jodía tener que hacer el trabajo sucio, sabía que él podía ser otro millon de veces mejor lider.

Entró al refugio en silencio, sólo vio a Hayley sentada en un sofá, pero aún asi no dijo nada. Sin embargo, no bien había dado un par de pasos, ella se giró hacia él. Era una chica muy intuitiva, a pesar de que él siempre se andaba con cuidado, ella podía sentir su presencia... o una cosa parecida.

-Hey- Dijo a modo de saludo mientras prácticamente arrojó la mochila a una mesa, provocando que las armas hicieran un ruido metálico -No te preocupes, mi inteligencia y fuerza física están en excelente forma, todavía estaré por aquí combatiendo a los malos por un buen rato- Le bromeó de buena gana mientras se dejaba caer en el sofá contiguo -¿Qué te preocupa, Hayley?- Le preguntó luego de un momento.

Ni si quiera me molestó por el sonido de las armas al chocar contra la mesa, aunque sus ojos se posaron inmediatamente en aquella mochila. Eso era lo que ella quería, o al menos eso pensaba, porque sinceramente no estaba segura de nada. No entendía bien que era lo que tenía que decir, pero tenía una sola certeza: debía hacerlo. ¿Desde cuándo era tan complicada? Se pregunta, porque siempre se había visto como una muchacha simple, sin detalles ni enredaderas, intentaba ser honesta consigo misma, y ahora… ahora estaba un poco perdida.

Dejó soltar una risa nerviosa por las bromas de Garret. Eso le levantaba el ánimo, pero obviamente no quitaba las dudas de su cabeza. ¿Qué pensaría Ethan de la situación? Entonces un relámpago de malestar cruzó su rostro, pero pestañeó un par de veces esfumando aquello que al menos por ese momento no tenía importancia. –Sé que esto es raro y…- Empezó a decir pero no le gustaba dar rodeos. Suspiró y finalmente miró a Garret directamente, una vez tomadas las fuerza para intentar expresar cual era su inquietud. –No puedo seguir así, no soy débil incluso si todos ustedes parecen creer lo contrario, pero con eso no basta, siento como si algo fuera a pasar y debo estar protegida- Sus palabras se atropellaban un poco y su mirada azul se escapó otra vez a la mochila que estaba tendida en la mesa. –No sé que es, pero siento que vienen problemas. Tenemos que mejorar, no me quiero quedar atrás- Soltó finalmente con un pequeño alivio, pero al mismo tiempo la sensación de no haber ocupado las palabras correctas. Internamente rogó que Garret fuera capaz de comprenderla, y que por hablar de esa forma no consiguiera el efecto contrario pareciendo una simple cría.

La miró con mucha atención mientras la escuchaba hablar. Tal vez se preocupaba demasiado, Hayley siempre quería que todos en el grupo se llevaran bien, y cuando la conoció no había podido evitar pensar que era una de esas chicas que sueñan con ser bajadas del cielo en un unicornio, castillos y dragones rosas que avientan florecitas en vez de fuego, pero no, con el tiempo se dio cuenta de que lo hacía de buena fé, que ella consideraba mejor que todos trabajaran como uno solo para ser más fuertes, pero como siempre, las discusiones no se podían evitar, que antes de ser Blood Hunters, eran humanos.

Asintió al final, inclinándose un poco hacia adelante para apoyar los antebrazos sobre las piernas, mirándola con una media sonrisa -Yo no creo que seas débil- Dijo con mucha seguridad -El que seas la más pequeña no te hace alguien débil, el que no tengas tanta fuerza física como los otros no te hace alguien débil. Te he observado. Tienes más cerebro que todos aquí sin incluirme a mí claro está- Dejó escapar una pequeña carcajada -Eres rápida y además una buena estratega. No, no creo que seas una princesa que hay que rescatar aunque te veas como una-

Volvió a sentarse erguido, apoyando un brazo sobre el costado del sofá -Mejoramos todos los días Hayley, con cada batalla, como en Dungeons and Dragons, si lo que quieres es entrenar puedo enseñarte una cosa o dos. Mira, problemas siempre hay, vampiros siempre hay, y muertos siempre hay. En este trabajo no podemos estar excentos de ninguna de las tres cosas, pero si puedo prometerte que, al menos yo no te voy a dejar atrás nunca- Dejó escapar un bufido y sonrió de nuevo -Es por eso que soy mejor líder que Nate, más fuerte, talentoso, inteligente, sin mencionar apuesto-

Las palabras de Garret eran reconfortantes, pero Hayley no estaba aún tan convencida. Él se mostraba seguro, pero ella dudaba aún que tanta seguridad no fuera a traer problemas. ¿No querían eliminar a los vampiros del pueblo? Porque no traían más que problemas, nada más que muerte y asesinatos de gente que debía seguir viviendo, no como ellos que ya de por sí estaban muertos.

Lo escuchó prestando atención a sus movimientos, dejando de tamborilear sus dedos y volviéndose menos ansiosa. De vez en cuando soltaba risas por los comentarios de Garret. –Narcisita- Dijo a modo de broma, haciendo un exagerado y plástico gesto de sentirse ofendida. –Pero, ¿no lo ves? No se trata de lo que sea o deje de ser, es que si me ven como la más débil tarde o temprano me convierto en ello a los ojos de los demás. Me atacarán si me encuentran sola.- Le respondió, y por más fuerte que fuera no era sobrenatural, era simplemente una humana. No quería verse como una princesita porque lo que realmente hacía era matar vampiros. Eso no ocurría en los cuentos de hadas ni en la nobleza de grandes reinos. Detestaba esa imagen, no era ella.

-Gracias- Le dijo un poco más tranquila, porque quería que Garret le enseñara ese par de cosas que había dicho. No pudo evitar verse como en un juego de video, pero no era más que su imaginación escapándose como siempre. –Simplemente no quiero ser la primera en caer, ni que nadie caiga. Si me entrenas estaría bien, pero- Miró la mochila notoriamente –Armas ¿no?- Le insinuó como si fuera lo más obvio del mundo. Luego pensó su comentario sobre Nate, no le gustaba ese rollo de agresividad y machismo que traía a veces. –En eso concuerdo- Agregó con una pequeña sonrisa de lado.

Se sonrió aún más porque ella lo había llamado "narcisista" pues sabía que al menos haciéndola reir un rato la haría sentir mejor. Esa chica tenía algo, no le gustaba para nada verla preocupada -Entiendo lo que quieres decir. Si eso te mortifica tanto pues olvídalo, porque les vas a demostrar lo contrario, cuando termine contigo pobre de aquél que se atreva a atacarte si te encuentras sola- Dijo con un marcado dramatismo, aunque no lo decía en broma, creía que Hayley tenía potencial y si formaba parte de los Blood Hunters, era por una buena razón.

Asintió cuando ella le dio las gracias -Hayley no seas tonta. Ninguno de nosotros te va a dejar caer, a nadie del grupo de hecho, metería las manos al fuego incluso por el fracasado marica de Nate- Se levantó para, en un momento irse a sentar junto a ella, mirando hacia el mismo punto, las armas que había soltado sobre la mesa minutos atrás -Armas, y no solo armas, nena- Se giró un poco, sonriéndole a medio lado como si estuviera orgulloso -De las mejores. ¿Donde consigues un chakram recién afilado en estos días?-