¿Saltar o no saltar? Esa es la cuestión. {Dave}

Despues de alimentarme, saciarme etc. Fui hasta la playa, darme un chapuzon en las enfurecidas aguas. Despues de salir del agua, chorreando, sin importarme que mi ropa estuviera mojada en lo mas minimo, subi, escalando, hasta el acantilado. Desde abajo vi lo que me parecieron dos piernas, colgando. Subi con mas ganas para saber quien me estaba esperando alli. Cuando llege al borde subi.-Hola-Salude a la chica que estaba alli sentada.-Yo que tu no saltaria...

-Huir es de cobardes-Respondi simplemente, sonriendo. Subi lo poco que me qudaba y me puse de pie a su lado. Le mire.-Adelante, salta-Sonrei. Si saltaba,moriria, asique antes de eso, la cogeria y me deleitaria con su sangre. Aunque por que no hacerlo ya?. Sonrei denuevo y me coloque a su espalda, agachado. Incline mi cabeza hacia suu cuello y aspire su aroma, rozando mi nariz con su largo pelo negro.

Estire una mano, lentamente, hacia su pelo y lo quite, echandolo hacia un lado. Me acerque mas a su cuello, notando como me empzaba a doler la mandibula. Hacia poco que me habia alimentado, y de forma salvaje ademas, como me gustaba. Pero el olor de esa chica me atraia, mis ojos empezaron a cambiar de color, a la vez que sentia como sus venas palpitaban bajo su cuello y el bajo murmullo de su sangre recorriendo sus venas. Oh dios, como dolian los colmillos, estaban largos y afilados. Acerque mi boca a su cuello y lo arañe cn mis colmillos, lentamente, haciendo que un pequeño regero de sangre empezase a bahar por su cuello. El olor, el color y como correteaba avida hizo que no pudiera reprimirme mas, me incline sobre ella y clave mis colmillos en su cuello. Agarandola por la cintura, por si oponia resistencia, aunque lo dudaba, pues esa chica estaba apunto de saltar por el acantilado, asi que que importaba?

Sentí sus manos apartando mi peli y su frío aliento en mi cuello.
Sabía lo que iba a hacer, pero ¿Qué mas daba? Además, siempre había sentido curiosidad por los vampiros. Era una de los Blood Hunters más que nada por saber cosas sobre ellos, y uno de esos detalles que quería conocer era qué se siente al ser mordido por uno de ellos. Había oido mil historias sobre eso, pero obviamente, nada es como vivirlo uno mismo.
Fruncí el ceño al setir como arañaba mi piel con sus colmillos. Escocía. Pero al sentir cómo sus dientes se clavaban con más profundidad en mi cuello, no pude reprimir un leve y pobre gemido. ¿Dolor? ¿Placer? Lo más acertado sería mezclar ambos conceptos.

Segui sunccionando su sangre, notando como descendia por mi garganta y me llenaba completamente. Caliente, ardiente, era una sangre extraordinaria. Su gemido me insto a sengir succionando, aunque enseguida pare, separandome de ella muy a mi pesar. Lami la herida con la purnta de mi lengua, sellando las dos perforaciones de mis afilados colmillos. Segui con mis manos alrdedor de ella, puesto que estaba algo devil y podia caerse precipicio abajo, y jamas lo permitiria. De esa humana repetiria denuevo, sin duda. Despues de lamer los agujeros segui con mis labios en su cuello, besando las dos marcas.

Me movi hacia atras, sentandome detras de ella. Pase mis piernas por cada lado suyo y estreche mis brazos en su cintura. Me movi hacia atras alejandola del precipicio. Mientras seguia con mis labios en su cuello, ahora entreteniendome en subir hasta su oreja y mordisquearla. -Siges pensando en saltar?-Susurre y volvi a morder su oreja, suavemente.

Ví cómo sus piernas se colocaban a ambos lados de mi cuerpo. No sabía que quería hacer conmigo, y la única opción que descartaba era la de empujarme por el acantilado.
Me estremecí al sentir sus besos por mi cuello, llegando a dar pequeños mordisquitos en mi oreja mientras rodeaba mi cuerpo con sus brazos. No. No iba a empujarme.
Suspiré.
- No... Creo que me lo replantearé -dije mirando al vacio y luego girando la cabeza buscando sus ojos.

Vi como giraba para mirarme a los ojos. Me habia alimentado notablemente, asique mis ojos estaban como de costumbre. Me habia sorprendido que la chica no se hubiera puesto histerica cuando le mordi, ni despues, ni nada, despues de todo, no habia usado nada de poder con ella. Deje que girara, soltando mis brazos alrededor de ella y me eche hacia atras, apoyando mi peso en mis codos. Le devolvi la mirada fijamente

-Pero los dos sabemos que no lo haras-Dije simplemente, devolviendole la mirada intensamente desde donde yo estaba. Me eche mas hacia atras y me tumbe, aun asi, con todos los sentidos alerta, por si se le ocurria hacer algo que no debia.-Asique eres una Blood Hunter e...-Comente gracioso

A si que no es por vocacion...-pase mis brazos por detras de mi nuca y me las puse ahi, apoyando mi cabeza en ellas.-Te meteras en un buen lio si se enteran de que juegas con el enemigo- Dije sonriendo, como si me importara-Pense. Me movi rapidamente, velocidad vampirica, casi sin darle tiempo a reaccionar, la tumbe en el suelo y me puse yo encima, sentado sobre sus caderas, inmovilizandola.

-No es el destino que tengo pensado para ti, pequeña-Dije agarrando sus manos por encima de su cabeza y inclinandome sobre ella. Para ser una fragil humana me atraia bastante, demasiado. Suerte que solo era fisico. Volvi a entretenerme en su cuello, pero esta vez sin sacar los colmillos, tan solo con mis labios y mi lengua. Segui el hueso de su mandibila, hasta su barbilla. Apoye la mia en la suya y me quede mirandola.

Le devolvi la sonrisa y me incline sobre sus labios, besandolos. Me habian llamado, tenia que hacerlo. Ademas, esa era mi vida, el placer, me daba igual como lo consiguiera, por la sangre, por alguna chica o matando. Empece a besar sus labios mas intensamente, sin soltar sus manos, mas que nada para tenerla controlada.

Segui pegando mi cuerpo al suyo, descendiendo esta vez mis besos por su cuello, acariciando con mi lengua su cuello hasta la clavicula. No solte las manos ni un segundo, hasta que senti la necesidad de tocar su cuerpo. Agarre las dos pmuñekas con mi mano y agarre mas fuertemente. Mientras, mi otra mano, decendia hasta su vientre y lo acariciaba por debajo de la ropa.

Segui acariciando su cuerpo con mi mano, por debajo de la camiseta. Solte sus muñecas despacio, mientras seguia con mi boca por todo su cuello, hasta sus labios denuevo. Pose mis manos en sus caderas y le bese salvajemente.