Deambulando por el Pueblo {Hazel}

No era demasiado lo que había podido hacer ese día, la rutina seguía como siempre, lo único que podía preocupar al pueblo para entonces era un caso de asesinato que había ocurrido hace poco y que mi padre estaba encargado de cubrir. Mi madre tenía los nervios de punta, y sinceramente era estresante tan sólo estar en la misma casa con ella. Cada ruido le molestaba, por tantas novelas de la televisión se había hecho la idea de asesino en serio o incluso algo peor. Era solamente una muerte extraña.

Caminé por las calles del pueblito con los audífonos puestos y la batería de la canción golpeteando contra mi oído. El volumen estaba al máximo y en esos momentos difícilmente podría haber escuchado a alguien gritándome al lado. No era muy sorprendente, pero casi pase a llevar con el hombro a una muchacha de cabellos morenos.

O tal vez me equivocaba, porque no por estar prácticamente sorda no pude interpretar la expresión de la muchacha morena. Sí, estaba molesta, pero ¿y qué? No era mi problema, perfectamente podríamos habernos evitado el asunto de ser buenas personas haciendo lo correcto, disculparse.

La miré directamente dándome todo el tiempo del mundo para sacarme los audífonos con cuidado, para luego guardarlos y por fin darle toda mi atención. Evité dejar escapar un suspiro, ¿cuántas veces me había encontrado en la misma situación? Hubiera podido asegurar que su sonrisa no era verdadera, era obvio, no sonríes cuando alguien te golpea aunque sea de casualidad y menos si sentía que debía darme un sermón amable.

-¿Para qué actúas como si tú tuvieras que disculparte?- le solté de pronto sacándole en cara que yo debería haber sido… y eso no significaba que fuera a hacerlo. Pensé en seguir hablando pero decidí que mejor me iba, de todos modos no iba a volver a repetirse, no me iba a encontrar otra vez con ella en las calles de ese pueblo, no iba a andar con audífonos y tampoco chocarían nuestros hombros. Eso había sido innecesario.

Comencé a caminar, pero el día estaba tan lento que consideré quedarme simplemente para tener algo divertido y sin sentido que hacer, molestar personar, aunque era tan infantil que casi me daba asco. Negué con la cabeza ante ese pensamiento.