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La Cocina [Libre]
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
Marc Silver- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 04/08/2010
El olor me provenía de muy lejos, y yo me acerque a aquella casa, ya que tenía mucha hambre, me había escapado de casa, y obviamente sin decírselo a Miss. Me colé por la ventana con la ayuda de alguno de los animales que encontré por el camino y los había convencido para que me ayudaran, y así lo hicieron. Entré por la ventana y me puse a comer de aquel rico pastel cuando oí un ruido detrás mío, y ya era tarda para escapar, por que ya me había visto, y mi ropa no daba augurio de que tuviera familia, ya que me puse la ropa vieja y ajada, por que no tenía otra.
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
Mientras yo leía un libro en el salón de estar, sobre los líos amorosos, los tríos amorosos, en donde la protagonista no sabe que elegir, si al chico que la ama con locura pero no la deja vivir tranquila o el chico que no la ama con locura, pero la trata mejor que el otro...Lo tiene crudo la chica, es una vida complicada y solo queda dos capítulos para que acabe el libro, se encuentran en un alcantilado, los hombros apuntandose el uno al otro con un arma para que la chica decida con cual decide pasar el resto de su vida. Y cuando esta apunto de decir el nombre, oigo un ruido en la cocina, o creo que es de ahí, lo que si sé es que alguien se ha colado en mi casa y no creo que sea un animalito perdido.
Estiro la mano detrás del sofa, sacando mi baston de Artemis, una larga bara, que al principio se reduce a un pequeño objeto que solamente ocupa el espacio de medio brazo, pero una vez activado, se despliega, superandome en medida, a los vampiros su tacto les electrificaba, dañaba su cuerpo y los dejaba paralizados hasta un punto que puedes dejarles incoscientes varios minutos, no dormidos, pero si inmovilizados. Toda la energía que necesitaba se transmitía la bastón y este, cuanta más fuerza lograba de quien la empuñaba más fuetre era el ataque. Y si llegaba hasta un punto que la energía era increíblemente poderosa o solo con desear que este bastón acabase su trasnformación se convertía en un arma que sería capaz de desmembrar a un vampiro sin ninguna dificultad.
Cerrando el libro y dejándolo en la mesita del salón, me levanto apagando todas las luces y llendo hasta la cocina, de momento lo llevaba cerrado, sin desplegarlo ni un poco, acercandome a al cocina con tal sigilo que ni un perro levantaría la cabeza por si ha oído algo, mis padres lo odiaban porque me escapaba de casa, suelte que estaba sola.
Con la bara en la mano y mi pijama puesto, me aparto el pelo de l cara en un movimiento rápido y silencioso y asomandome por la puerta de la cocina. Veo a un niño comiendose mi pastel, recien ehhco para comer mañana al venir mis padres de sus vacaciones. Bufo, increíble y claro si le doy en la cabeza por comerse mi pastel le dejo escalabrao...Hay que ver.
- Si querias solo tenías que pedirlo...Muchachito - Dig aún con el bastón en mi mano, nunca se sabía lo que podía entrar en tu casa a etsas horas y si era un vampiro niño, el vampiro que le ha trasnformado era un pederasta o un asesino. Se merecía, morir más que ninguno - ¿Sabes lo qué se les hace a los niños que roban? - Digo intentando meterle miedo, llevandome un farol, se me daba muy bien, hija única con padres posesivos una de dos o era una farsante o no sobrevives. Aunque este niño.
Me recordaba mucho a mi hermano menor, moreno, bajito y comiendo a escondidas cosas dulces, eso siempre lo quieren los niños pequeños y mi madre se lo negaba a mi hermano por sus subidas de azúcar siendo tan pequeño y yo siempre le pillaba. Que recuerdos, David.
Me acerco al cajón de los cubiertos, con la bara detrás de la espalda observando al niño, embozando una sonrisa mientras un mechón de pelo me caía a un lado de la cara pero sin taparme la visión del niño.
Estiro la mano detrás del sofa, sacando mi baston de Artemis, una larga bara, que al principio se reduce a un pequeño objeto que solamente ocupa el espacio de medio brazo, pero una vez activado, se despliega, superandome en medida, a los vampiros su tacto les electrificaba, dañaba su cuerpo y los dejaba paralizados hasta un punto que puedes dejarles incoscientes varios minutos, no dormidos, pero si inmovilizados. Toda la energía que necesitaba se transmitía la bastón y este, cuanta más fuerza lograba de quien la empuñaba más fuetre era el ataque. Y si llegaba hasta un punto que la energía era increíblemente poderosa o solo con desear que este bastón acabase su trasnformación se convertía en un arma que sería capaz de desmembrar a un vampiro sin ninguna dificultad.
Cerrando el libro y dejándolo en la mesita del salón, me levanto apagando todas las luces y llendo hasta la cocina, de momento lo llevaba cerrado, sin desplegarlo ni un poco, acercandome a al cocina con tal sigilo que ni un perro levantaría la cabeza por si ha oído algo, mis padres lo odiaban porque me escapaba de casa, suelte que estaba sola.
Con la bara en la mano y mi pijama puesto, me aparto el pelo de l cara en un movimiento rápido y silencioso y asomandome por la puerta de la cocina. Veo a un niño comiendose mi pastel, recien ehhco para comer mañana al venir mis padres de sus vacaciones. Bufo, increíble y claro si le doy en la cabeza por comerse mi pastel le dejo escalabrao...Hay que ver.
- Si querias solo tenías que pedirlo...Muchachito - Dig aún con el bastón en mi mano, nunca se sabía lo que podía entrar en tu casa a etsas horas y si era un vampiro niño, el vampiro que le ha trasnformado era un pederasta o un asesino. Se merecía, morir más que ninguno - ¿Sabes lo qué se les hace a los niños que roban? - Digo intentando meterle miedo, llevandome un farol, se me daba muy bien, hija única con padres posesivos una de dos o era una farsante o no sobrevives. Aunque este niño.
Me recordaba mucho a mi hermano menor, moreno, bajito y comiendo a escondidas cosas dulces, eso siempre lo quieren los niños pequeños y mi madre se lo negaba a mi hermano por sus subidas de azúcar siendo tan pequeño y yo siempre le pillaba. Que recuerdos, David.
Me acerco al cajón de los cubiertos, con la bara detrás de la espalda observando al niño, embozando una sonrisa mientras un mechón de pelo me caía a un lado de la cara pero sin taparme la visión del niño.
Marc Silver- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 04/08/2010
Cuando aquella señora apareció por la puerta, me empecé a asustar, se veía un palo detrás de su brazo, pensé que me iba a pegar, y por eso se me cayó el envase de plástico en el que estaba aquel pastel. Me fui alejando de la señora, me daba mucho miedo, miraba a los lados por si había alguna salida aparte de la ventana. Y cuando vi que no había ningún tipo de salida, me quedé en una esquina de la cocina y empecé a sollozar y cuando la señora se acercó más hice un movimiento de protegerme con las manos y me puse a llorar, pensaba que me iba a morir, y sin saber lo que era la vida humana... Solo había conocido a Miss, una chica rubia y muy guapa, la cual me trataba muy bien y lo pasábamos genial, pero se había ido de compras y a mí me entró el hambre. No hablaba con desconocidos y menos con los que tenían intención de matarme o eso parecía al menos...
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
Podía explicar con palabras lo que era un broma, yo había sufrido muchas de pequeña, desde mis amigos del colegio hasta mis propios padres, pero nunca imaginé que me pasase esto. Yo que normalmente bromeaba a todas horas, con todo el mundo y todo el mundo las pillaba al vuelo y me las devolvian con este niño, había sido totalmente distinto.
Cuando veo su reacción, que intenta escapar se me ensancha la sonrisa al ver que le había asustado pero todo esa alegría y diversión se dispersa cuando veo su segunda reacción, el llanto jamás había hecho llorar a un niño por una de mis bromas y ahora se me descompuso la cara. Dios mio ¿Me había pasado? Mi cara se vuelve llena de preocupación y sin acercarme al niño, porque me tenía miedo, levanto las manos, como si quisiese darle algún tipo de confianza de ellas, pero estaban vacías. Dejando el palo en el suelo y empujandolo con el pie hacía atrás.
- Perdona, lo siento...No quería asustarte de esta forma, solo estaba bromeando, me ha sorprendido encontrate en la cocina eso es todo - Dijo cogiendo el envase de plástico donde se encontraba el dichoso pastel y colocandolo como estaba antes, lo deje en el suelo, mientras yo estaba de cunclillas, mirando desesperada y ahora asustada al niño.
- Lo siento de verdad...Porfavor, come...Si tienes hambre, no te haré daño te lo prometo - Embozo una sonrisa amable, por sí podía influirle confianza aunque lo dudaba mucho después de eso.
Cuando veo su reacción, que intenta escapar se me ensancha la sonrisa al ver que le había asustado pero todo esa alegría y diversión se dispersa cuando veo su segunda reacción, el llanto jamás había hecho llorar a un niño por una de mis bromas y ahora se me descompuso la cara. Dios mio ¿Me había pasado? Mi cara se vuelve llena de preocupación y sin acercarme al niño, porque me tenía miedo, levanto las manos, como si quisiese darle algún tipo de confianza de ellas, pero estaban vacías. Dejando el palo en el suelo y empujandolo con el pie hacía atrás.
- Perdona, lo siento...No quería asustarte de esta forma, solo estaba bromeando, me ha sorprendido encontrate en la cocina eso es todo - Dijo cogiendo el envase de plástico donde se encontraba el dichoso pastel y colocandolo como estaba antes, lo deje en el suelo, mientras yo estaba de cunclillas, mirando desesperada y ahora asustada al niño.
- Lo siento de verdad...Porfavor, come...Si tienes hambre, no te haré daño te lo prometo - Embozo una sonrisa amable, por sí podía influirle confianza aunque lo dudaba mucho después de eso.
Marc Silver- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 04/08/2010
Alcé un lado de mi rostro, para ver a aquella señora pidiéndome perdón, y la cual me lo demostró ya que dejó aquel palo y me acercó el pastel, y yo sin pensármelo dos veces me puse a comer el pastel, bastante feliz. Después de que la señora se quedara mirando como comía aquel delicioso pastel, yo nada más limpiarme los morros me salió un pequeño erupto, el cual lo continué con un - perdón... - en voz baja con mi dulce voz de niño. Después la señora se acercó a mí, con algo más de confianza, ya supuse que no me haría nada, yo apenas era un niño de 10 años, indefenso, que solo buscaba comida para sobrevivir, aunque el aroma al jabón de Miss no decía lo mismo, pero podría ser que una señora me dio cobijo durante un par de días.
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
Enseguida el chico se pone a comer el pastel y yo respiro aliviada. Que angustia, había sido apenas unos minutos, pero vaya minutos. Ver a un niño llorar por una broma, no creí que nunca me pasase eso y eso que el susto me le había llevado yo al principio al pensar que podía ser un vampiro, que habría sido lo más probable, lo que no me pregunto es como el niño ha entrado. La ventana no es que esta baja y menos fácil de saltar, creerme, lo digo por experiencia. Me resulta extraño ¿Había venido solo? ¿Quién le podía haber ayudado a salrta a una cocina desconocido para comer? En fin sine xplicación y como no me importa que el chico coma si tiene hambre. Con la ropa que lleva me sorprende demasiado que no lo haya hecho en otras casas lo mismo.
Cuando de su boca se escapa un eructo, sonrio, no hacía falta que pidiese perdón, mejor fuera que dentro O eso pensaba yo, lo que no te mata te hace más grande.
Aún de cunclillas abrazandome las rodillas con las manos, le sigo mirando como come, estoy pensando que tenemos algún traje de David arriba en la habitación, en alguna caja de viaje, no soportaba tener todo eso ahí y como David no iba a utilizarlo...Oh David ¿Porqué siempre que pienso en tí se me llenan los ojos de lágrimas y me dan ganas de pegarme un tiro? No había querido a nadie en el mundo como a el y no creo que quisiese a nadie como a él.
- Me llamo Jane, Jane Norminton - Digo presentandome con una sonrisa, viendo sus mofletes hinchados por la comida, pensé en darle un tenedor pero como la fanea ya estaba hecha...Pues ha terminarla.
Cerca de él, no demasiado por si le asustaba pude reconcoer el aroma a jabón de la lavadora y a gel de lavanda. Me extraño, un niño que roba comida, no creo que luego se duche y huela de esa forma, el olor es agradable me pregunto donde están sus padres o si quiera si los tiene, o de donde ha venido, pero espero, creo que es mejor si queira, que me lo cuente de el, de forma abierta y segura.
Cuando de su boca se escapa un eructo, sonrio, no hacía falta que pidiese perdón, mejor fuera que dentro O eso pensaba yo, lo que no te mata te hace más grande.
Aún de cunclillas abrazandome las rodillas con las manos, le sigo mirando como come, estoy pensando que tenemos algún traje de David arriba en la habitación, en alguna caja de viaje, no soportaba tener todo eso ahí y como David no iba a utilizarlo...Oh David ¿Porqué siempre que pienso en tí se me llenan los ojos de lágrimas y me dan ganas de pegarme un tiro? No había querido a nadie en el mundo como a el y no creo que quisiese a nadie como a él.
- Me llamo Jane, Jane Norminton - Digo presentandome con una sonrisa, viendo sus mofletes hinchados por la comida, pensé en darle un tenedor pero como la fanea ya estaba hecha...Pues ha terminarla.
Cerca de él, no demasiado por si le asustaba pude reconcoer el aroma a jabón de la lavadora y a gel de lavanda. Me extraño, un niño que roba comida, no creo que luego se duche y huela de esa forma, el olor es agradable me pregunto donde están sus padres o si quiera si los tiene, o de donde ha venido, pero espero, creo que es mejor si queira, que me lo cuente de el, de forma abierta y segura.
Marc Silver- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 04/08/2010
Me sonrojé un poco cuando aquella chica se me presentó, parecía haberle caído muy buen, aunque parecía un poco triste al verme a mí, tal vez le recodara a alguien o algo así. Después de que se pusiera a hacer alguna cosa, yo me acerqué a ella y tiré de su camiseta, y cuando me miró le dediqué una muy dulce de mi parte, en eso me caracterizaba, en hacer feliz a la gente, a mi no me gustaba ver triste a los demás por mi culpa, o eso me parecía a mí, que era toda culpa mía. Después de un rato, me giré y saqué la etiqueta en la que ponía mi nombre, y la verdad, ya no me acordaba de él, por que no lo solía a utilizar. Así que esperé a que ella se acercara a leerlo, por que yo no sabía leer.
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
No solía hablar con muchos niños, n esta a muchas veces rodeada de ellos y cuando lo estaba jugaba y jugaba y jugaba con ellos, no podía haer otra cosa era como si hubiese nacido para eso, para estar rodeada de niños y la verdad es que me encantaba, sentirme de esa forma tan especial, tan mía sabiendo que los niños se mueren por jugar y sobre todo si es alo bruto y lo raro es que me lo pasaba mejor con los chicos con las chicas, supongo que ami esas pijadas de tomar el té con el señor oso y la señora sin cabeza, pues no me van, no me han ido nunca y mucho menos ahora. Con los niños era más divertido, los deportes, la guerra, etc, era más entretenido que tomar el té. Eso es para las viejecitas con sus pamelas mientras hablan de sus tiempos mozos o para superijas que hacen concursos para ver quien toma el té mejor que la otra...Es asqueroso.
Ví el color de sus mejillas y sonreí, me trajo muchos recuerdos, demasiados para mí y tan de golpe, mi hermano se sonrojaba con facilidad sobre todo cuando, le pillabas haciando algo infragantti, se tapaba la cara con las manos para poder mentirte y asi no verle la cara roja por el sonrojamiento y verguenza.
Dejando a David a un laod, pues no me gustaba pensar en el, pero me encantaba recordarlo...Era como si aún estuviese en el piso de arriba jugando con sus soldaditos de plomo y los juguetes espaciales, de vaqueros, de papel, de todo...Casi podía oirle, se que no se ha ido del todo, y lo prefiero.
Estoy en una nube de recuerdos hasta que el chico tira de mi camiseta y vuelvo en mi, quedandome embobada mirandole, cualquiera se asustaría. PEro el no lo hizo, al revés, sonrio y pude ver una sonrisa blanca y preciosa, de un niño de diez años y como me enseñaba la etiqueta de su chaqueta.
¿No sabía cómo se llamaba? ¿o sabía leer?. Le leí con atención pues estaba algo borroso ¿De dónde venía?.
- Silver, Marc Silver ¿Asi te llamas? - Aunque no hacía falta que contestase, estaba claro que si lo era. - Encantada de conocerte, Marc Silver - Dije con una sonrisa amable y cariñosa, lo que menos quería era que me tuviese miedo. - ¿Tienes más hambre Marc? - Podía hacerle cualquier cosa, si lo que sobraba en esta casa aparte del espacio, era la comida.
Ví el color de sus mejillas y sonreí, me trajo muchos recuerdos, demasiados para mí y tan de golpe, mi hermano se sonrojaba con facilidad sobre todo cuando, le pillabas haciando algo infragantti, se tapaba la cara con las manos para poder mentirte y asi no verle la cara roja por el sonrojamiento y verguenza.
Dejando a David a un laod, pues no me gustaba pensar en el, pero me encantaba recordarlo...Era como si aún estuviese en el piso de arriba jugando con sus soldaditos de plomo y los juguetes espaciales, de vaqueros, de papel, de todo...Casi podía oirle, se que no se ha ido del todo, y lo prefiero.
Estoy en una nube de recuerdos hasta que el chico tira de mi camiseta y vuelvo en mi, quedandome embobada mirandole, cualquiera se asustaría. PEro el no lo hizo, al revés, sonrio y pude ver una sonrisa blanca y preciosa, de un niño de diez años y como me enseñaba la etiqueta de su chaqueta.
¿No sabía cómo se llamaba? ¿o sabía leer?. Le leí con atención pues estaba algo borroso ¿De dónde venía?.
- Silver, Marc Silver ¿Asi te llamas? - Aunque no hacía falta que contestase, estaba claro que si lo era. - Encantada de conocerte, Marc Silver - Dije con una sonrisa amable y cariñosa, lo que menos quería era que me tuviese miedo. - ¿Tienes más hambre Marc? - Podía hacerle cualquier cosa, si lo que sobraba en esta casa aparte del espacio, era la comida.
Marc Silver- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 04/08/2010
Asentí cuando me llamó por aquel nombre. Asentí, por que cuando Miss leyó la etiqueta, me vino a la memoria que dijo exactamente ese nombre. Luego me giré y negué cuando dijo que si quería comer más, la verdad, estaba bastante lleno y feliz, aquella tarta me había gustado mucho y también me había llenado bastante. Luego miré hacia arriba y alcé mis manos, tenía ganas de mirar por la ventana con ella. Cuando me levantó miré hacia abajo, exactamente a donde se habían quedado los perros. Sonreí por que aún me esperaban abajo, para luego ayudarme a bajar. Luego miré a la señora que parecía bastante feliz, pensé en darle un beso en la mejilla en forma de gracias por la ayuda, pero no me atrevía, pero después de echarle valor, le di un pequeño beso en la mejilla, y me volví a sonrojar.
OFF: Perdón por el retraso. xD
OFF: Perdón por el retraso. xD
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
¿No hablaba? Yo le había oído hablar hace un momento pidiendome perdón por ese eructo ¿o es que solo sabía decir eso? Porque me parecía muy extraño que hoy en día un niño no sepa hablar, vale que escribir no, puede que no todo los niños reciban una educación amplia y extensa, pero hablar, la lengua común ¿Cómo sobrevivia si no hablaba? No me imaginaba ir por el mundo de esa forma, que tristeza, no podía soportarlo, no quería ni imaginarme el pasado del chico, solo por el mundo y lo que es peor, sin nadie a quien acudir para que te ayude, navengando por el mundo solo...Es espantoso, tener hijos para abandonarlos, es una crueldad que no se merecen la cárcel, no, se merecen la horca.
Lo más bonito para una mujer aparte de enamorarse y su boda es su hijo, dicen que es algo precioso, traer un niño al mundo, dolorosa también, pero precioso y la gente...las mujeres que los abandonaban, no se merecían el perdón.
Me asomo a la ventana con el niño y ví a los perros al principio me asusté, viendo esos perros enorme en mi jardín, que de un pequeño salto podían entrar dentro. No me imaginaba mi cocicna llena de esos chuchos, me encantaban los perros, la verdad es que parecía una monjilla de la capilla, que todo quiera y le da pena. Menos mal que no soy monja, y menos malq ue tengo sentimientos sensibles y fuertes.
Mientras entoy mirando a los perros, y ellos me devuelven la mirada, no nos devatiamos si no, era como si nos leyeramos el pensmaiento, sobre el niño ¿Estaría bien? ¿Podría bajar con ayuda de esos perros? Nunca me había pasado y era espectacular la verdad, como una película en donde descubres lo que te da miedo, realmente, estas más atado a eso que a otra cosa.
Siento su beso en la mejilla, aparto mi mirada de los perros-lobos y le miro, embozando una sonrisa y devolviendole el beso, en su mejilla sonrojada de nuevo.
- Marc, tengo ropa limpia de tu talla, es mejor que la que llevas puesta ¿Quieres probartela? - Dije mirandole, esperando que en vez de una negación, contestase con palabras, sería todo más fácil para mí, aunque no soy la única en la habitación, asi que como el prefiera.
Fdr: No te preocupes XD
Lo más bonito para una mujer aparte de enamorarse y su boda es su hijo, dicen que es algo precioso, traer un niño al mundo, dolorosa también, pero precioso y la gente...las mujeres que los abandonaban, no se merecían el perdón.
Me asomo a la ventana con el niño y ví a los perros al principio me asusté, viendo esos perros enorme en mi jardín, que de un pequeño salto podían entrar dentro. No me imaginaba mi cocicna llena de esos chuchos, me encantaban los perros, la verdad es que parecía una monjilla de la capilla, que todo quiera y le da pena. Menos mal que no soy monja, y menos malq ue tengo sentimientos sensibles y fuertes.
Mientras entoy mirando a los perros, y ellos me devuelven la mirada, no nos devatiamos si no, era como si nos leyeramos el pensmaiento, sobre el niño ¿Estaría bien? ¿Podría bajar con ayuda de esos perros? Nunca me había pasado y era espectacular la verdad, como una película en donde descubres lo que te da miedo, realmente, estas más atado a eso que a otra cosa.
Siento su beso en la mejilla, aparto mi mirada de los perros-lobos y le miro, embozando una sonrisa y devolviendole el beso, en su mejilla sonrojada de nuevo.
- Marc, tengo ropa limpia de tu talla, es mejor que la que llevas puesta ¿Quieres probartela? - Dije mirandole, esperando que en vez de una negación, contestase con palabras, sería todo más fácil para mí, aunque no soy la única en la habitación, asi que como el prefiera.
Fdr: No te preocupes XD
Marc Silver- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 04/08/2010
Asentí a esa pregunta después de que ella se quedara mirando sonriente durante varios minutos a los perros que estaban fuera, esperándome. Aunque realmente, yo prefería la ropa que tenía puesta, ya me la había echo a mi medida y me había costado mucho. Luego la señora se movió y me llevó hacia la segunda planta, en la cual había una habitación preciosa, con juguetes por casi todas partes, y yo pensaba si ella vivía sola, sin padres, como yo... o tenía familia o algo parecido. Cuando vi a aquellos pequeños juguetes de plomo, hice intención de ir a cogerlos, pero no llegaba obviamente, así después de intentarlo, la chica vio que quería acercarme y me dejó ir. Me giré - gracias... - dije sonriente acercándome a los juguetes.
Jane S. Norminton- Mensajes : 65
Fecha de inscripción : 31/07/2010
Edad : 30
Localización : Lo siento, mi mama dijo que no hablara con desconocidos.
Subiendo hacía el piso de arriba donde se encontraba la habitación de mi hermano, no eramos capaces de entrar ahí nunca, solos, al menos mis padres, ami me causaba un dolor inmenso que me provocaba pinchazos en el pecho. Un dolor insoportable que no todo el mundo aguantaría, lloraba cada vez que entraba en la habitación aunque hubiese pasado mucho tiempo, yo no podía olvidarlo no cuando ahora, había encontrado a un niño que se parecía a mi hermano, solo que estaba menos cuidado que el. Asi que cuando llegamos a la habitación de David, la da un golpe en el pecho. Estaba apunto de sacar al niño de esa habitación, pero cuando ve el brillo en los ojos del chico y como comienza a jugar con los juguetes, la cara se me transforma y sonrio amablemente, apoyando mi hombro en el marco de la puerta.
Cuando me da las gracias, asiento y voy hasta el armario de mi hermano pequeño, cuando lo abro una oleada de calor me embriaga y enmudece los ojos, apoyando mi mano en el marco del armario pues estoy al borde del cataclisma. Pero soy fuerte, muy fuerte asi que como si no pasase nada y estuviese bien, abro el cajón y saco unos pantalones, una camsieta verde oscuro con una pelota de rugby dibuja en el centro y arrriba pone "Arriba campeones", con unos calcetines y playeras, tenía a miles y esas eras las que no le gustaban. Me acerco al niño que juega con los jugutes y se lo pongo al lado.
- Pruebatelo, aver como te queda - Embozo una sonrisa y alejandome de ahí, volviendo a cerrar el aramio, suspirando de tranquilidad al tenerlo todo cerrado de nuevo.
Cuando me da las gracias, asiento y voy hasta el armario de mi hermano pequeño, cuando lo abro una oleada de calor me embriaga y enmudece los ojos, apoyando mi mano en el marco del armario pues estoy al borde del cataclisma. Pero soy fuerte, muy fuerte asi que como si no pasase nada y estuviese bien, abro el cajón y saco unos pantalones, una camsieta verde oscuro con una pelota de rugby dibuja en el centro y arrriba pone "Arriba campeones", con unos calcetines y playeras, tenía a miles y esas eras las que no le gustaban. Me acerco al niño que juega con los jugutes y se lo pongo al lado.
- Pruebatelo, aver como te queda - Embozo una sonrisa y alejandome de ahí, volviendo a cerrar el aramio, suspirando de tranquilidad al tenerlo todo cerrado de nuevo.
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